Una isla de ensueño, Tenerife lo tiene todo

Buen clima en cualquier momento del año y playas paradisíacas. Esto es lo primero que a uno le viene a la cabeza al pensar en Canarias. Pero las islas de la región macaronésica ofrecen un mundo de posibilidades --muchas veces desconocido-- que va mucho más allá de las bondades del clima subtropical. Y es que el archipiélago canario, si por algo es un lugar de ensueño, es por su gran variedad de microclimas, biodiversidad, fenómenos geográficos y riqueza cultural.

La más extensa y poblada de las ocho islas es Tenerife, goza tanto de áridos paisajes volcánicos, como de bosques frondosos, playas kilométricas, carreteras sinuosas, arenales de postal y atardeceres de película. Presenta a lo largo de su geografía un gran contraste de paisajes y climas, y en cuestión de pocos kilómetros (de norte a sur) la temperatura puede ser muy distinta.

Variedad climática

Esto la convierte en un lugar excelente para viajar en cualquier época del año donde disfrutar de diferentes tipos de experiencias que en la Península solo existen de manera estacional. Por ejemplo, al mismo tiempo puede hacer un día caluroso en la famosa playa de los Cristianos, y lluvioso y nublado en Costa de Adeje. 

La razón de este curioso fenómeno climatológico es que a lo largo de toda la zona norte de la isla soplan vientos alisios y el aire es más seco e incluso pueden producirse nevadas en invierno. En contraste, la influencia del mar siempre mantiene una temperatura que oscila entre los 19ºC y los 23ºC en la zona de costa. Gracias a sus más de 200 microclimas, en Tenerife hay una vasta y diversa proliferación de la biodiversidad. 

Playas galardonadas

Así, en una época del año en que en la península y el resto de países Europeos aún se lleva la chaqueta y pantalón largo, la isla invita a disfrutar de su sol en multitud de playas paradisíacas, muchas de ellas galardonadas con la Bandera Azul, una distinción que otorga anualmente desde 1987 la Fundación Europea de Educación Ambiental a las playas y puertos que cumplen una serie de condiciones ambientales.

Entre las más destacadas, salvajes y bucólicas destacan las siguientes:

Playa de El Bollullo (La Orotava)

Se trata de una playa maravillosa, tanto por su ubicación --está situada en el Valle de la Orotava (el Rincón) y rodeada de plataneras-- como por su belleza: está conformada de finísima arena negra. Es ideal para hacer surf o kitesurf, por sus grandes corrientes y tiene un chiringuito a pie de playa.

Playa de Las Teresitas (Santa Cruz de Tenerife)

Esta es, sin lugar a dudas, una de las playas más emblemáticas y de aspecto más caribeño de la isla. De hecho, es habitual encontrar fotos de este precioso lugar en las promociones de Tenerife, pues su arena drenada del Sáhara, su ubicación ideal a escasos kilómetros de la capital de la isla y sus múltiples servicios (aparcamientos, socorristas, chiringuitos, tumbonas) la convierten en un lugar idílico para pasar el día. 

Playas de El Médano y La Tejita (Granadilla de Abona)

El barrio de El Médano y su playa son frecuentadas por locales y algún que otro extranjero. Ideal para practicar el windsurf o kitesurf. Posee gran cantidad de servicios y un ambiente muy relajado que invita a dejarse llevar. La playa posee Bandera Azul.

Avistamiento de cetáceos

Además de playas de agua cristalina, en esta isla se encuentra uno de los mejores lugares del mundo para ver delfines y ballenas. El canal marino entre Tenerife y la Gomera, situado en la costa este, tiene una enorme diversidad animal debido a la cantidad de nutrientes que hay en estas aguas y que sirven como alimento para las ballenas. En concreto aquí se encuentran 23 de los 80 mamíferos marinos catalogados.

Por ello, Tenerife cuenta con muchas empresas dedicadas a organizar excursiones en barco hasta el canal para contemplar ballenas y delfines en su hábitat natural. Las embarcaciones salen de los puertos de Los Cristianos, Puerto Colón y Los Gigantes, y existen diferentes opciones de horarios, precios y tipos de excursiones.

El volcán sagrado

Sin embargo, no se puede visitar Tenerife sin reservar algún día para hacer una excursión al pico más alto de España. Este emblema de la isla, el Teide, es  un volcán que los antiguos aborígenes de Canarias --los guanches-- consideraban sagrado. Se trata del tercer mayor volcán de la Tierra, con 3.718 metros de altura sobre el nivel del mar y toda el área que lo rodea fue declarada Parque Nacional y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

El Parque Nacional del Teide lo conforman también otros lugares de interés como el Pico Viejo, los Roques de García, el Alto de Guajara, la Montaña Blanca o el Observatorio del Teide. El parque, que desde 2007 es parte del catálogo del Patrimonio de la Humanidad, tiene cuatro accesos principales: dos al norte y dos al sur .

Subir al Teide

Ascender a la cima es una de las actividades imprescindibles a hacer en Tenerife. El problema es que la excursión a pie puede ser bastante dura para aquellos que no están acostumbrados al senderismo o no están en forma. Existe la opción, más sencilla y barata, de subir en coche. 

De este modo se puede llegar hasta la base del volcán, donde está la entrada del teleférico. Desde allí, lo más sencillo (para los que no sufren de vértigos) es subir al teleférico y maravillarse con las impresionantes vistas.

La Laguna y Santa Cruz

Más allá de la visita al parque es de obligada necesidad darse una vuelta por Santa Cruz de Tenerife, la capital de las Islas Canarias. Esta pequeña ciudad portuaria, tiene más de 500 años de antigüedad y alberga en su historia numerosos asedios de piratas. Conserva un semblante colorido de arquitectura colonial y una larga tradición carnavalera --con la excepción de la época de pandemia-- que la ha llevado a ser la ciudad con el mayor carnaval del mundo.

A escasos kilómetros está San Cristóbal de la Laguna, la que antaño fuera la antigua capital de Tenerife. Rodeada de palmeras, calles adoquinadas y monumentos históricos, como su imponente catedral, esta pequeña ciudad atesora un casco antiguo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999.

Gastronomía tropical

Tanto la variedad climática como su historia colonial y marinera han favorecido a los tinerfeños en el desarrollo de una gastronomía enormemente rica y que evoca la relación de Canarias con Latinoamérica. Abundan las frutas tropicales, el maíz, las verduras, con algunas variedades exóticas a ojos del foráneo, el pescado fresco, la carne y las papas. 

El gofio es uno de los productos estrella, un alimento de procedencia aborigen elaborado con cereales tostados y molidos que los canarios comen con casi todo e incluso llega a sustituir al Cola-Cao matinal de los más pequeños. Otro de los imperdibles que deben probarse si se visita la isla es su queso, especialmente el de cabra (o baifo, en el dialecto canario), harán las delicias de cualquier entrante. 

El plátano canario

Y el ineludible, por supuesto, es el plátano canario. Estas islas están cubiertas por grandes extensiones de terrenos plataneros, donde se produce el único plátano del mundo reconocido como Indicación Geográfica Protegida (IGP) que garantiza su singularidad y su excelente calidad. 

Su sabor dulce y su alto valor nutricional lo convierten en una de las frutas favoritas de los deportistas y nutricionistas dentro y fuera de Canarias, donde se cultiva de manera tradicional en pequeñas plantaciones. 

10 rutas directas

Durante el mes de abril, Vueling pondrá a la venta 10 rutas directas desde el aeropuerto de Tenerife Norte. Los destinos, todos domésticos, son a Málaga, Alicante, Barcelona, Bilbao, Granada, Palma, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

La compañía mantiene su firme compromiso de seguir contribuyendo e impulsando la recuperación del sector turístico y económico en España, a la vez que implementa las máximas medidas de seguridad a bordo recomendadas por las autoridades sanitarias y de aviación, garantizando un viaje con toda la seguridad y tranquilidad a sus clientes.