A lo largo de la historia de la humanidad, las joyas siempre han tenido un papel muy destacado para adornar nuestro cuerpo, más allá de las razones estéticas. Coronas, pendientes, anillos, diademas y muchas otras piezas de joyería antigua todavía son conservadas en museos como verdaderas obras de arte.
“Las joyas forman parte de la vida de uno, porque las joyas son regalos y los regalos son para celebrar y conmemorar”, destaca la vicepresidenta corporativa de Tous, Rosa Tous. En gran parte, la labor de un joyero es crear ilusión.
Un oficio en peligro de extinción
Imaginación, precisión, calidad y mucha creatividad. Como un director a una orquesta, el trabajo de un maestro joyero consiste en supervisar y dirigir cada etapa de la fabricación de una joya. Esto requiere ser minucioso para alcanzar la perfección en la práctica de este arte, conocer los procesos, ser paciente e innovador.
En esta profesión “hay un gran componente artesanal”, explica Rosa Tous. "Cada joya ha sido creada por las manos de un artesano. Además, se trata de un gremio muy amplio, dentro del cual “hay muchas especialidades”.
Pequeñas obras de arte
El joyero fabrica, repara piezas o las comercializa. Para dedicarse a este oficio se debe ser diestro con los metales y piedras preciosas como el oro, la plata, los diamantes o las perlas. Pero también se debe saber innovar en función de las tendencias y gustos propios en el diseño de cada pieza.
A la hora de estudiar joyería se requiere “mucha constancia, ganas de aprender, de mejorar, investigar, pero sobre todo muchísimo amor”, aconseja Rosa Tous. “Estamos haciendo pequeñas esculturas, son pequeñas obras de arte. Hay una parte de cariño, amor y mucho de uno mismo en cada pieza”.
Cada pieza es única
Un maestro joyero interviene en todo el proceso de producción, y aunque utilicemos procesos industrializados, cada pieza puede llegar a pasar por un promedio de seis manos de diferentes artesanos. En esta profesión es importante tener una visión espacial de la pieza que se quiere obtener, pero también rectificar y aprender durante el proceso de elaboración.
La joyería “no tiene la velocidad de la bisutería, tiene que perdurar más”, pero “obviamente tienes que estar al día” destaca la directora de arte, Marta Tous. En la firma se trabaja mucho la cultura de innovar para ir más allá, explica. “Durante un mes hacemos research de tendencias mundiales” y después se deja llevar el proceso creativo para terminar haciendo un filtro poniendo la mirada en próximas colecciones.
Para que cada joya sea distinta y única es necesario experimentar. “Destinamos muchos recursos en materiales nuevos”, como por ejemplo para trabajar el titanio de forma muy artesanal, “ya que es un metal muy duro y difícil de trabajar”, destaca.
Elaboración y tradición
El banco de trabajo del joyero es tan tradicional como su oficio. Desempeña su arte con buena luz, en una mesa de madera con varios estantes en su parte frontal. En el centro se encuentra la astilla, donde apoya las piezas con las que trabaja cuidadosamente. Durante la elaboración, las manos son su principal herramienta. Con ellas, lima, corta o moldea las piezas para cada gema, creando una unión única.
No obstante, la labor del joyero es muy poco conocida, explica Rosa Tous. “Es un oficio precioso, milenario, increíble, que debería darse más a conocer y es nicho en el mercado”. Una de las últimas apuestas fuertes por parte de la compañía es la Escuela Tous de joyería y oficios artesanos para potenciar la formación en el sector en el mundo con colaboraciones, actualmente, en escuelas de España, Portugal y México.
Mucho más que ositos y fantasía
“Somos hijas de joyeros y nietas de joyeros, por lo cual nos viene de familia”, explica Rosa. Pero además de la tradición familiar, el éxito de Tous reside en su frescura y su capacidad de innovación artesana.
En sus casi 100 años de historia, la empresa ha cambiado el concepto de la joyería y ha conseguido evolucionar de su pequeño taller en Manresa a ser conocida a escala mundial. La firma puede presumir de sacar unas 20 colecciones anuales en cinco grandes momentos bajo un único concepto creativo que se comercializan en sus más de 700 tiendas repartidas en 53 países.