El pollo se ha consolidado como uno de los ingredientes más versátiles y accesibles de la cocina española. Su capacidad para adaptarse a preparaciones rápidas, como la plancha acompañada de patatas en freidora de aire o una ensalada fresca, lo convierte en una solución práctica para el día a día. También, brilla en recetas más tradicionales, como el clásico asado al horno con patatas, un plato habitual en muchas comidas familiares de domingo.
En los meses de frío, este ingrediente adquiere aún mayor protagonismo gracias a los guisos, que aportan calidez y sabor en buena parte del país. Cocinado lentamente junto a verduras o patatas, este ofrece un resultado reconfortante que sigue siendo uno de los recursos culinarios más apreciados en los hogares.
Receta de Arguiñano
Karlos Arguiñano en su programa Cocina Abierta prepara un pollo guisado con boniato. Esta es la receta para que la puedas hacer en tu casa. Insta a sustituir las patatas por boniato, un tubérculo caracterizado por su sabor dulce que, también, casa con carnes.
Además, hace uso de un caldo de pollo con jamón, aunque dice que se puede utilizar agua, pero la ventaja principal de la primera opción y que destaca Arguiñano es que enriquece el sabor. Estos son los ingredientes:
- 1 pollo troceado.
- 1 manzana.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Pimienta.
- 2 boniatos.
- 2 cebollas.
- 3 dientes de ajo.
- 75 ml de vino blanco.
- 750 ml de caldo de pollo con jamón.
- 2 ramas de tomillo.
- 2 ramas de romero.
- Perejil.
Comenzamos salpimentando los trozos de pollo para llevarlos después a una cazuela con aceite de oliva y dorarlos durante 8 o 10 minutos. Reservamos pasado el tiempo. Troceamos las cebollas, los dientes de ajo y la manzana y los llevamos a la cazuela con la que hemos dorado el pollo y usamos el mismo aceite. Sazonamos y dejamos rehogar durante 15 minutos.
Agregamos, a la cazuela, el vino y las pasas y dejamos hervir para que se evapore el alcohol. Añadimos las ramas de tomillo y romero y cubrimos con el caldo. Después, lo introducimos de nuevo y lo ponemos a fuego medio y, con la cazuela tapada. Dejamos cocinar durante 25 minutos.
Mientras, pelamos y troceamos los boniatos y los llevamos a una sartén para freírlos. Los secamos en un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y agregamos la mitad a la cazuela con el pollo.
A la hora de emplatar, lo acompañamos con los trozos de los boniatos que hemos reservado, ponemos una hoja fresca de perejil ¡y listo!
Propiedades del boniato
El boniato destaca por su elevado valor nutricional y por aportar una combinación equilibrada de energía, vitaminas y minerales. Su principal componente son los hidratos de carbono complejos, que se liberan lentamente en el organismo y proporcionan energía sostenida. A esto se suma su notable aporte de fibra dietética, beneficiosa para regular el tránsito intestinal y favorecer la sensación de saciedad, lo que lo convierte en un alimento interesante tanto para dietas equilibradas como para planes de control de peso.
En cuanto a micronutrientes, es especialmente rico en provitamina A (betacarotenos), responsables de su característico color anaranjado. Estos compuestos antioxidantes contribuyen al buen estado de la visión, la piel y el sistema inmunológico. También, aporta cantidades significativas de vitamina C, otro antioxidante clave en la protección celular y en la síntesis de colágeno; así como vitaminas del grupo B, importantes para el metabolismo energético.
Boniato troceado
Fuente de potasio
En el apartado mineral, el boniato contiene potasio en cantidades destacadas, un elemento esencial para la función muscular, la regulación de la presión arterial y el equilibrio hídrico del organismo. Además, ofrece pequeñas, pero útiles proporciones de manganeso, cobre y magnesio, implicados en procesos como la formación de tejidos, la producción de energía y el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
Otro aspecto relevante es su perfil antioxidante. Además de betacarotenos y vitamina C, el boniato contiene compuestos fenólicos que ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación. Este conjunto de propiedades lo convierte en un alimento de interés no solo desde el punto de vista nutricional, sino también preventivo, dentro de un patrón de alimentación saludable.
