
Fotomontaje coca de Sant Joan y Ada Parellada
El secreto de Ada Parellada para hacer la mejor coca de Sant Joan: "Es un proceso largo, ¡no te desesperes!"
La noche del 23 de junio está al caer. Te presentamos una receta rica, que hará el deleite de todos tus invitados para ese día
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La coca de Sant Joan es un dulce imprescindible en la noche del 23 de junio, una tradición ancestral que celebra el solsticio de verano y da la bienvenida al sol. Originaria de versiones planas de roscón, esta torta de masa tipo brioche se consumía ya en el siglo XIX durante las verbenas, solidificando su lugar en la cultura popular hacia 1900.
Decorada, normalmente, con fruta confitada, piñones, crema pastelera o incluso chicharrones, su forma alargada y sus esquinas redondeadas simbolizan el ciclo de renacimiento y abundancia. Y muchos mantienen la tradición de comerla al aire libre para atraer prosperidad.
Además de su sabor festivo y su atractivo visual, la coca encarna un momento de reunión familiar y vecinal que une generaciones. Ese instante en que se corta en exterior, acompañado de cava o vino dulce, refuerza los lazos de comunidad mientras se contemplan las hogueras, el fuego ornamental y las tradiciones de ritos nocturnos.

La receta de Ada Parellada
Si quieres hacer una coca de Sant Joan al estilo Ada Parellada, ¡atentos! Estos son los ingredientes:
Para la coca:
- 500 g de harina.
- 200 g. de leche.
- 100 g. de azúcar.
- 1 huevo.
- 50 g. de levadura fresca.
- 120 g. de mantequilla.
- Piel rallada de un limón y de una naranja.
- Sal.
Para la crema pastelera:
- 500 ml de leche.
- 100 g. de azúcar.
- 4 yemas de huevo.
- 40 g. de almidón de maíz.
- Peladura de un limón.
- Una rama de canela.
Para el mazapán ligero:
- 50 g de almendra molida.
- 50 g de azúcar.
- Una cucharada de agua.
Para terminar la coca:
- 20 g. de piñones.
- Fruta confitada.

Coca de Sant Joan
Para su elaboración, seguiremos los siguientes pasos: empezamos haciendo la crema pastelera. En un bol mezclamos la yema, el azúcar y el almidón diluido con un poco de leche fría. En una olla a fuego bajo-medio ponemos la leche, la nata, la rama de canela, la piel de limón y naranja, lo calentamos hasta punto de ebullición. Cuando tengamos la leche caliente, escaldamos las yemas, pasándolas por un colador. Removemos y volvemos a la olla, a fuego mínimo, removiendo continuamente hasta que espese. Ponemos en una bandeja, filmamos a piel y enfriamos en la nevera. Cuando la tengamos fría, la rompemos y la ponemos en una manga pastelera.
Sumergimos los piñones en agua fría durante una media hora. Es la manera que no se nos quemen cuando horneamos la coca. Hacemos el mazapán ligero. Simplemente, es mezclar la almendra molida con el azúcar y la pizca de agua hasta hacer una especie de pastita. Seguiremos haciendo el brioche. Mezclamos la harina, la leche, el azúcar y el huevo. Una vez tengamos una masa homogénea, añadiremos la mantequilla fría cortada en dados y amasamos hasta que quede una masa elástica que no se nos enganche nada.
Ten mucha paciencia, es un proceso largo. ¡No te desesperes! Dejamos reposar la masa 15 minutos tapada. Una vez haya pasado este tiempo podemos separar la masa en dos mitades, la estiramos y esparcimos el mazapán ligero. Haremos unas líneas de crema pastelera haciendo una reja. Ponemos los piñones y la fruta confitada. La dejamos fermentar una hora tapada en un rincón que no pase aire y no haga muy frío. Antes de ponerla al horno le pondremos azúcar. Cocemos a 170 grados durante 15 minutos. Es muy importante poner el brioche al horno cuando este esté bien caliente a fin de que no se nos baje.