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Joseba Arguiñano, efectivamente hijo de Karlos Arguiñano -el quinto de siete hermanos-, se formó en la Escuela de Hostelería Aiala (la misma de su padre). Es un apasionado de la repostería y la panadería, especializándose tras formarse en prestigiosos centros como la pastelería Escribà, en Barcelona; la escuela Thierry Bamas, en Francia; y la Escuela Richemont, en Suiza. Además de realizar prácticas en el restaurante Akelarre de Pedro Subijana.

En su primer libro, Cocina con Joseba Arguiñano, reúne más de 90 recetas que incluyen desde panes y dulces hasta picoteo, arroces y elaboraciones con influencias viajadas, siempre con un enfoque cercano, asequible y fiel a sus raíces gastronómicas.

El truco de Joseba Arguiñano

En uno de sus vídeos de TikTok, Arguiñano reveló el truco esencial para pelar bien el fuet o cualquier embutido. Solo necesitas un cuchillo, papel y agua.

Con el cuchillo le haremos una grieta a lo largo de todo el fuet, después lo enrollaremos con papel y verteremos el agua sobre él. Lo dejaremos 10 minutos para que se empape todo bien. Ahora, es cuando ha llegado el momento, lo secamos un poco para que no se quede pegajoso y estiraremos la piel, cuidadosamente, de una vez y entera. ¡Fácil y rápido! 

Aquí tienes el reel que lo explica.

¿Es malo comerse la piel del fuet?

El fuet, embutido clásico de la gastronomía catalana, suele generar un debate recurrente: ¿se debe comer con piel o sin ella? Esta puede servir o de envoltorio o para dar textura, sabor y propiedades funcionales, siempre que cumpla con ciertos estándares de elaboración.

Está hecha de tripa natural -intestino delgado de cerdo- y es completamente comestible. Cuando se elabora siguiendo métodos artesanales de calidad, su ingestión no supone ningún riesgo ni inconveniente.



No obstante, algunos productos industriales utilizan tripas sintéticas (colágeno, celulosa o incluso plásticos) que, aunque también se podrían ingerir, resultan menos apetecibles y se recomienda retirarlas antes de consumir el embutido.



Por ello, muchas personas aplican la máxima: 'si tienes dudas, quítala'. En cambio, con certificación o marcas de calidad que garanticen uso de tripa natural, se puede consumir con total tranquilidad.

Otra duda habitual es el polvillo blanco que recubre el fuet. Se trata del hongo Penicillium nalgiovense, un moho beneficioso (similar al usado en quesos como el brie), que protege el embutido de bacterias dañinas, favorece el curado y enriquece textura, aroma y sabor.

Fuet CANVA

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