Viajando de un lugar a otro se ponen en juego muchas cosas. Desde el nivel de cohesión del grupo hasta la capacidad de organización de las familias. Hay quien se prepara bocadillos para para lo menos posible y quien disfruta buscando paradas en el camino que terminan siendo tan memorables como el propio viaje.
Pero, ¿Qué buscas en un restaurante de carretera? Seguro que algo más que una simple parada para comer: una experiencia que combina calidad, sabor y tradición. Un plato bien hecho marca la diferencia, especialmente, en un establecimiento donde los viajeros buscan una pausa que les recargue, tanto física como emocionalmente.
Al fin y al cabo, atraen por sus recetas de siempre, donde cada bocado conecta con la historia local y las costumbres gastronómicas.
Hostal Jaumet, un legado familiar centenario
El Cal Jaumet es uno de esos restaurantes, que no te puedes perder, situado en la carretera autonómica de Cataluña C-14 -la cual une las ciudades de Salou, en Tarragona, con Adrall, en LLeida-.
Exactamente, se encuentra en la Ctra, Andorra - Barcelona, en Torà, Lleida, donde antiguamente, los arrieros hacían aquí un alto en su camino. ¡Además, lo encontrarás en la Guía Michelín!
Después de cinco generaciones, en la cocina del Hostal Jaumet conservan los sabores tradicionales de la cocina catalana con platos típicos de la tierra y con productos de proximidad. Las recetas que forman parte de la casa desde la primera generación son: el ahogado de la Segarra, las habas a la catalana, los pies de cerdo guisados, los canelones, la ternera a la jardinera o las famosas perdices en la vinagreta de la abuela Ramona. Todos los guisos los cocinan con carbón, en cazuelas de barro y a fuego lento. ¡Irresistibles!
Cal Jaumet, con sus más de 130 años de historia, intenta actualizarse continuamente dando paso a las nuevas técnicas y a los nuevos gustos de la gastronomía moderna, adaptándola así al patrimonio culinario.
Ofrece, además de la carta de temporada, dos menús (uno para días laborables y otro para el fin de semana) y, también, se realizan menús para grupos. ¡Ya se nos hace la boca agua!
Una historia de entrega y reconocimiento familiar
A lo largo de 5 generaciones, la familia se ha dedicado en cuerpo y alma a hacer del local lo que es hoy.
Estaban allí antes que la carretera, y alimentaron a los primeros camioneros. En su web explican de forma muy entrañable su historia, donde se deja ver cómo casuísticas como que uno de los descendientes perdiera un brazo les llevaron a convertir el local en lo que es. Y es que, incapacitado Jaume para hacer los trabajos propios del campo, decidió ampliar el espacio de la masía que habían dedicado al hostal.
La historia del Hostal Jaume, sin embargo, se remonta a 1890, cuando se abre el hostal, gracias a haber ganado una rifa. La primera generación vio una oportunidad al abrir un negocio de hospedaje junto a la carretera de carruajes donde pasaban todos los que iban a Calaf a coger el tren, procedentes de Andorra y que se dirigían a Barcelona.
La carretera evolucionó y así lo hizo el pequeño hostal, que puede afirmar que alimentó a los primeros camioneros que pasaron por allí.
Un icono de la política catalana
Entre las personalidades que han visitado el hostal se encuentran, nada más y nada menos que Francesc Macià, Jordi Pujol, Josep Mª Espinàs, el escritor y Artur Mas.
Este último, de hecho, presidió el acto del 125 aniversario del hostal, en 2015.
Por otros, nombres de numerosos y reconocidos cocineros también han pasado por allí, como Ramon Freixa, Montserrat Fontané, la madre de los hermanos Roca y Nandu Jubany.