Andrés Conesa, CEO de Aeroméxico
La relación entre Aeroméxico y Barcelona ha nacido gafada. La aerolínea americana dejó días atrás en tierra a decenas de personalidades catalanas, entre las que se incluía el alcalde Jaume Collboni, en el Aeropuerto de Ciudad de México.
Lo hizo mientras éstos hacían escala para ir a Guadalajara, a la Feria Internacional del Libro, en la que Barcelona era ciudad invitada. Tras un largo vuelo de Emirates, la nutrida representación catalana tuvo que esperar ocho horas entre pasillos, salas y restaurantes, después de que un vuelo de escala fuera cancelado.
Si Aeroméxico quiere establecer un hub en la capital de México no puede suspender vuelos de un día para el otro y dejar en la estacada a pasajeros sin darles una alternativa durante horas. Y mucho menos a autoridades como el alcalde de Barcelona.
