Roman Sanahuja, en una imagen de archivo
Nuevo escándalo de la familia Sanahuja. Los propietarios de L'Illa Diagonal han dejado un pufo de 500.000 euros en su amarre, y lo ha incautado Hacienda y lo ha sacado a subasta.
Durante siete años, los Sanahuja han impagado al fisco, Seguridad Social y tasas portuarias. Algo que demuestra pasividad con sus obligaciones.
La familia, que prosperó construyendo casas baratas, primero, y centros comerciales después, navega sin rumbo desde que en 2010 llevaron a concurso a su patrimonial Sacresa. Este movimiento es un ejemplo más de la deriva de los reyes catalanes del ladrillo.