Otra fricción del fondo de inversión Superstruct en el sector de los festivales de Cataluña. El vehículo inversor ha logrado apartar a los tres fundadores del Sónar, el evento de cultura y música digital más importante de Europa, y un producto 100% Barcelona.
De nuevo, la actuación es arriesgada. Porque vaciar el grupo conlleva el riesgo de que el certamen pierda el alma. O cambie de formato, o dé pasos en falso, como ocurrió con el Primavera Sound.
En cualquier caso, no parecen excelentes noticias para el Sónar. Los nuevos directivos rectores deberán demostrar que pueden hacerlo mejor que el tridente de fundadores liderado por el icónico Ricardo Robles.
De momento, queda la duda. Y el currículum de Superstruct en Barcelona, que es azaroso. El nuevo consejero delegado, François Jozic, tiene titánicos deberes. Deberá estar a la altura de los mismos.
