La líder de Barcelona en Comú, Janet Sanz, renunciará a su acta de concejal en el ayuntamiento barcelonés antes de empezar 2026, tras 14 años dedicados a la política con un balance más que cuestionable.
Sanz anunció su adiós ayer en uno de los escenarios que más controversia suscitaron durante el mandato de los comuns: la superilla del Eixample. Un proyecto que, en el pasado, se vio obligada a defender ante los tribunales, y que, de nuevo, volvió a reivindicar en tono muy poco conciliador.
Así, Sanz se despachó ayer criticando al Poder Judicial por las, según ella, campañas "muy fuertes de lawfare" supuestamente sufridas por su partido.
Sanz, que fue teniente de alcalde de Urbanismo y Movilidad en las dos legislaturas de la exalcaldesa Ada Colau, abanderó también otras iniciativas polémicas, como el llamado Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT); la reserva del 30% para vivienda pública; y la prolongación del tranvía por la avenida Diagonal.
La todavía presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú no encabezará la lista de su partido en las próximas elecciones a la alcaldía de 2027, ni formará parte de la lista. Su liderazgo lo asumirá, en cualquier caso, otro dirigente cuyo historial tampoco invita precisamente al optimismo: el populista Gerardo Pisarello.
