El Brunch Electronik, fundado y liderado por Loïc Le Joliff, parece entrar en un callejón sin salida. El macroevento que en 2024 consiguió reunir a 70.000 personas y colgar el cartel de sold out en el Fòrum, este año se traslada forzosamente al Circuit de Barcelona-Catalunya en Montmeló, a 32 kilómetros de la capital. Los clientes han respondido de forma clara: "A Montmeló no nos vamos", aseguraban algunos en el muro de comentarios del Brunch.
El gigante de la música electrónica se ha visto obligado a reubicarse porque el Primavera Sound ha maniobrado y le ha arrebatado la fecha, así como el espacio. Su archienemigo, tras la ruptura de relaciones y la cancelación de colaboraciones conjuntas, ha evidenciado la guerra entre ellos.
El cambio perjudica claramente al Brunch Electronik, teniendo en cuenta que el espacio es conocido en el sector como ‘cementerio de festivales’, tras el fracaso de citas como el Reggaeton Beach Festival, que solo permaneció allí una edición, o el Dr Music Festival, que directamente tuvo que cancelar el evento por falta de asistencia.
A esto se suma el boicot contra el Brunch por su fondo de inversión propietario KKR, que tiene vinculación con Israel, un hecho que también chocó con los principios de compra ética del Ayuntamiento de Barcelona. Este año, el Brunch tendrá que reinventarse para retener a su público.
