La exdiputada de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, en una imagen de archivo
La exdiputada anticapitalista de la CUP Eulàlia Reguant no predica con el ejemplo. Sus padres poseen una inmobiliaria con más de 30 propiedades, muchas de ellas lujosas viviendas en el Eixample. Tienen un valor contable de 13 millones, aunque seguramente su tasación a valor de mercado sea mucho mayor.
Uno no es esclavo de su historia familiar, ni está obligado a seguir el ejemplo de los padres, pero es un ejercicio de hipocresía declararse contra la acumulación capitalista y lucrarse de ella.
Jaime Reguant y Maria Teresa Cura son dos abogados y empresarios del sector inmobiliario que, gracias al esfuerzo y a la herencia familiar, han logrado convertirse en acaudalados burgueses del Eixample. Nada que objetar.
Eso sí, cuando su hija, Eulàlia Reguant, aparece en tertulias defendiendo la okupación de segundas viviendas o protestando contra los fondos de inversión, deberían preguntarle si ya ha renunciado a la herencia familiar.
