El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Miquel Esquius Europa Press
El Dia de les Esquadres 2025, la gran jornada anual de los Mossos d'Esquadra, sirvió ayer para homenajear a los policías veteranos o que han realizado tareas destacables en su puesto de trabajo.
En su alocución, el president del Govern, Salvador Illa, avanzó que el cuerpo está preparado para asumir en nuevas competencias, en un claro mensaje a la negociación para que el cuerpo autonómico de seguridad patrulle en puertos y aeropuertos y tenga el control de los filtros fronterizos.
Fue uno de los mensajes de la jornada, como el que destacó la consellera de Interior, Núria Parlon, que recordó que los Mossos actuales deben adaptarse a la nueva Cataluña con más población. Para ello, necesitarán más personal, pero también más recursos.
Por su parte, el comisario jefe del cuerpo, Miquel Esquius, entró al detalle, e hizo el recuento de delitos que tuvieron lugar el pasado año, cifras entre las cuales hay mejorías, pero también retos pendientes.
Esquius también quiso interpelar a dos colectivos concretos. Uno, los multirreincidentes, el segmento poblacional minúsculo pero contumaz que "ha hecho del delito su forma de vida". A estas personas, el alto mando de la policía avisó de que serían implacables en la persecución de su actividad criminal.
A su vez, el funcionario también admitió que Cataluña se había convertido en uno de los paraísos del cultivo de la marihuana por su climatología y situación geográfica, entre otros motivos.
En relación con ello, Esquius también avanzó que a la policía catalana no le temblaría la mano, y perseguiría este tipo penal que amenaza a la salud pública.
Son dos focos muy acertados. Porque suponen dos de los problemas más graves de seguridad a los que se enfrenta Cataluña en estos momentos. Por ello, que el máximo mando de los Mossos cite estos desafíos es una buena noticia. Ahora faltan los instrumentos y equipo humano suficiente para atajarlos.
