
Dra. Marta Milà López, gerente de la Región Sanitaria Camp de Tarragona y directora de los servicios territoriales de Salud
Los médicos que ejercen en los Centros de Atención Primaria (CAP), hospitales y espacios extrahospitalarios de Tarragona reportaron 167 agresiones en el último año. La mayoría (el 69%) fueron contra mujeres, y el personal de los ambulatorios fue el que debió bregar más a menudo con pacientes agresivos, acumulando más de un centenar de los ataques, en su mayor parte insultos, vejaciones, amenazas y coacciones. En siete ocasiones, fueron físicos.
Un informe del Colegio Oficial de Médicos de Tarragona (COMT) así lo evidencia. El estudio, además, arroja los efectos psicológicos que comporta hacer frente a situaciones que no deberían formar parte de la rutina de los facultativos del territorio. La entidad, además, alerta de una preocupante falta de denuncias formales, ya que sólo cinco casos alcanzaron los tribunales.
Esas 167 agresiones reportadas suponen un descenso respecto al año anterior, concretamente del 22,6%. Una caída que debe traducirse en una tendencia sostenida a la baja. Los servicios territoriales en la provincia -dirigidos por la doctora Marta Milà López en el Camp de Tarragona, Ferran Roche-Campo en Terres de l'Ebre y Alba Brugués en el Penedès- deberían poner todos sus esfuerzos en que así sea.
Además, sería del todo oportuno que recogieran el guante que lanza el colegio de médicos tarraconense y emprendiera acciones encaminadas al fomento de la cultura de la denuncia para empoderar a los facultativos. Ello permitiría actuar con mayor contundencia frente a estas situaciones.