
Antonio Carmona, director de Rodalies EUROPA PRESS
La decisión de Renfe de apartar a dos trabajadores del centro de gestión de Rodalies por, presuntamente, dar "indicaciones incorrectas" para que algunos trenes no saliesen de la estación de L'Hospitalet durante la jornada de huelga del pasado martes supone una medida ejemplarizante para evitar que presuntas actitudes de este tipo no se repitan.
El director de Rodalies, Antonio Carmona, sostiene que, durante esa jornada de paro, "se produjeron una serie de supresiones no previstas" fruto, según él, de "la actuación de una persona en concreto".
"Llevo 25 años en Renfe y nunca había visto una situación de este tipo", lamentó Carmona, calificando lo ocurrido como "un hecho intolerable". Una opinión que, a buen seguro, comparten los usuarios de la red ferroviaria.
Según el director de Rodalies, no es la primera vez que esto ocurre, puesto que también se dio una problemática similar el pasado 26 de marzo, en otra jornada de paros.
Con todo, el Sindicato Ferroviario -uno de los convocantes de las huelgas contra el traspaso de la red de Cercanías de Renfe a la Generalitat- sostiene que la acusación es falsa, y que la operadora está aplicando "represalias" a los trabajadores que "libremente decidieron sumarse" a la protesta laboral.
Sea como fuere, todo queda pendiente ahora del informe que la asesoría jurídica de Renfe está elaborando sobre los hechos. Mientras tanto, esos dos empleados no volverán a ejercer sus responsabilidades en el centro operativo de Rodalies, a la espera de que se aclare el caso.