El secretario general de Junts, Jordi Turull

El secretario general de Junts, Jordi Turull EUROPA PRESS

Examen a los protagonistas

Jordi Turull

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Toni Comín está en el ojo del huracán. Las recientes polémicas que rodean al eurodiputado de Junts han obligado a actuar al partido del cual Jordi Turull es secretario general. Han actuado, sí, pero tarde.

Si bien la formación ha decidido finalmente abrir una investigación interna y estudiar posibles medidas cautelares, el retraso en actuar y la evidente incomodidad a la hora de abordar el asunto dejan más sombras que luces sobre la dirección del partido.

A Comín se le acumulan las polémicasPrimero, las acusaciones de desvío de fondos del Consell de la República para gastos personales. Y más recientemente, la denuncia por acoso sexual y psicológico por parte de un exasesor de Junts en la Eurocámara.

La gestión de esta crisis no sólo ha sido tardía, sino que es reprochable, porque ya se conocían los hechosAntes de denunciar a Comín, el exasistente trasladó lo ocurrido a Carles Puigdemont, presidente de Junts, quien le expresó su apoyo.

No obstante, ni él ni su partido abrieron ninguna investigación interna al respecto, según La Vanguardia. Así, pues, el anuncio de la investigación interna llega cuando la presión mediática y política ya hacía insostenible la inacción.

Aunque tarde, Junts ha terminado moviéndose. El partido ha contactado tanto con Comín como con la víctima, y ha prometido garantizar la protección de esta última mientras respeta la presunción de inocencia del eurodiputado electo.

Sin embargo, la sensación que deja esta gestión es que el partido ha reaccionado más por obligación que por convicciónJordi Turull y la dirección de Junts han demostrado que, cuando toca tomar decisiones incómodas, el reflejo es siempre el mismo: esperar, medir los daños y actuar sólo cuando no queda más remedio.