El presidente de Pimec, Antoni Cañete (Barcelona, 1963), se enfrenta a uno de sus mayores contratiempos al frente de la patronal catalana de pymes, que dirige desde 2021, aunque desde 2005 era su secretario general: la justicia investiga si está implicada en un caso de cobro fraudulento de subvenciones.
Hasta que se demuestre lo contrario, Pimec no tiene nada que ver con este asunto que sí salpica de lleno a la organización de autónomos Uatae, que colabora con la patronal catalana y que ha reconocido los hechos. Sin embargo, las explicaciones de Pimec no han han estado a la altura de lo que se esperaba ante una situación de este calibre.
En un comunicado, la patronal ha reconocido que conoció la investigación a través de los medios y que abrió un expediente interno que "acredita fehacientemente" que la cosa no va con ella. Y poco más, más allá de asegurar que trabaja para "reparar el mal que se ha hecho" a su reputación y a la de sus profesionales con esta noticia.
Son muchos los que esperaban que una persona con el bagaje y la experiencia de Cañete, que ahora representa a tantos pequeños y medianos empresarios, no basara la defensa de la entidad en el trabajo realizado desde el comité de ética de la propia patronal. Serán los tribunales (y el tiempo) los que determinen el alcance de la implicación de la patronal catalana. Por ahora, su secretario general, Josep Ginesta, está imputado.