Nuevo frente para el conseller David Mascort. La ley catalana del vino estaba llamada a acompañar a una industria relevante para la economía de la comunidad. Pero tres años después de su aprobación, la norma no ha producido ningún efecto y su primer reglamento se ha topado con el rechazo del sector. Mascort ha heredado esta patata caliente de la etapa de su antecesora Teresa Jordà, pero debe implicarse a fondo para resolverla.