La manifestación convocada por Societat Civil Catalana en contra de la amnistía reunió a más de 50.000 personas, según la Guardia Urbana de Barcelona. Pero, más allá del éxito de participación, dejó constancia, una vez más, de que Cataluña es una tierra plural, que hay vida más allá del nacionalismo, y de que no todos comulgan con la medida de gracia que negocian Pedro Sánchez y los independentistas, aunque quieran hacernos ver que es una minoría ultra y reaccionaria la que se opone a ese trato de favor.