El president de la Generalitat, Pere Aragonès, no ha sorprendido con su mensaje institucional con motivo de la Diada. El republicano ha tirado de los principales mantras del nacionalismo, entre los que constan el catalán y el referéndum de autodeterminación, sumándole ahora la amnistía que reclama al Gobierno a cambio de la investidura. Unas demandas muy alejadas de las necesidades reales de la mayoría de catalanes que, este 11 de septiembre, no se sienten representados por una fiesta que ha patrimonializado el nacionalismo. 

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