El trabajo que hace la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) para proteger los derechos de los alumnos castellanohablantes en Cataluña es encomiable. Sin apenas recursos, la entidad presidida por Ana Losada fiscaliza los proyectos lingüísticos de cada centro y descubre y denuncia casos como el de la escuela Vedruna de Artés, que pretende que los estudiantes que hablan español dejen de usar esa lengua como primera opción y, además, hasta piensen en catalán.