A pesar de que el cheque escolar fuese pensado como una medida de alivio para las familias, la realidad es que no cumple el objetivo marcado, ya que este subsidio no distingue entre rentas bajas y altas, ni abarca a todas las etapas educativas, por lo que no garantiza la igualdad de oportunidades y la calidad educativa.
Pese a las buenas intenciones del cheque de 100 euros para material escolar, la realidad es que sería más efectivo si se entregase este importe a las escuelas, lo que evitaría que las familias tuviesen que pagar cuotas de material. En definitiva, sería interesante hacer una reformulación de las políticas para que estén en consonancia con la realidad educativa y familiar en Cataluña, para que remen hacia una educación universal y gratuita accesible y asumible para todos los hogares.