El dinero, por fortuna, no puede comprarlo todo. Al menos, en España, como ha podido comprobar de primera mano el expresidente kazajo Nursultán Nazarbáyev. La justicia le ha arrebatado lo que nunca le perteneció: un tramo del camino de ronda de Lloret de Mar que privatizó para uso particular sin importarle lo más mínimo lo que le dijeran. A partir de ahora, debe reabrirlo al público.