Enrique Lacalle prepara con tiento su candidatura a la presidencia del Círculo Ecuestre, que vuelve a las urnas el próximo octubre. El actual vicepresidente del club privado ha impreso con acierto su sello personal durante el último mandato, aportando sus conocimientos y experiencia para abrir el Ecuestre a la sociedad barcelonesa. Pero debería dejar de deshojar la margarita y definirse de una vez sobre su apuesta electoral.