El consejero de Educación ha dado su brazo a torcer ante los sindicatos educativos a la hora de definir el calendario laboral de los profesores de los próximos meses. Los docentes no tendrán que ir a sus centros de referencia a principios de julio para preparar el curso escolar 2023/24 tal y como el departamento había anunciado a finales de abril y podrán destinar esos días a la formación personal, lo mismo que ocurre desde hace años.
Es positivo que el Govern evite de este modo el enésimo choque con la comunidad educativa en lo que llevamos de legislatura. Con todo, los motivos de fondo son de oportunidad política y no de concienciación sobre lo que implica la concertación social. ERC es consciente de que los profesores son una bolsa de votos importante y que, además, cada día están en contacto con miles de familias a las que les trasladan sus inquietudes. Enmendando el anuncio de uno de sus consejeros más polémicos evita perder posibles votos en un sector que le es próximo en lo ideológico. La campaña electoral también entra en la negociación con los sindicatos.