El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, amaga con un regreso al procesismo con una propuesta de "acuerdo de claridad" cuya finalidad es proponer un referéndum de independencia. Lo hace en un momento crítico para Cataluña, en plena sequía, sin que el gobierno que preside el republicano haya consensuado las medidas necesarias. Por el contrario, sí que busca el acuerdo con otros partidos para impulsar esa consulta electoralista.