Los vecinos de la Barceloneta están hartos de las terrazas. Consideran que en el barrio hay una sobreoferta de bares y restaurantes y que la normativa del Ayuntamiento de Barcelona es demasiado floja con quienes se la saltan. Sin embargo, el concejal responsable del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, asegura que desde el consistorio se sanciona como es debido, algo que niegan los residentes.
Así pues, es una evidencia que existe un problema de convivencia entre los restauradores y los vecinos. Por eso, Rabassa debería tomar cartas en el asunto y plantear una solución. ¿Tendrá que intensificar las inspecciones o poner multas más elevadas? Es la pregunta que el concejal debe responder, teniendo en cuenta que, hoy por hoy, a los propietarios de los locales les sale más a cuenta pagar las sanciones que quitar mesas de sus terrazas. Mientras tanto, los vecinos deben lidiar con la presencia de la Guardia Urbana día sí, día también.