En una muestra de respeto hacia los electores y la contraposición democrática de ideas, el teniente de alcalde Jordi Martí dio la cara en el debate preelectoral organizado por Fecalon y moderado por Crónica Global. Fue un coloquio enriquecedor en el que todas las fuerzas representadas en el Ayuntamiento de Barcelona pudieron expresar su visión y sus propuestas.
Sin embargo, en cuanto a seguridad, la nula autocrítica del concejal y el triunfalismo propio de los comunes lo situaron en una posición de debilidad que el resto de formaciones aprovecharon a la hora de argumentar y defender sus alternativas para alcanzar la alcaldía de la ciudad.