El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, volvió a plantar al Rey en el saludo protocolario previo a la cena del Mobile World Congress (MWC). Un numerito absurdo porque el jefe del Govern se sentó luego a la mesa junto a Felipe VI y mañana volverá a coincidir con el monarca en la inauguración de la feria de telefonía. Menos postureo y más sentido institucional.