Los delitos cometidos con arma blanca han aumentado un 44% en 2022 con respecto a 2019. En la misma línea, las denuncias administrativas por tenencia ilícita se han disparado un 80% el año pasado con respecto a las cifras de la época prepandémica. Los datos de la policía autonómica confirman lo que ya que avanzó Crónica Global, y es que los jóvenes catalanes salen de fiesta con armas blancas por la inseguridad y por la influencia de las bandas vinculadas al negocio de la marihuana. Con este escenario, la Consejería de Interior de la Generalitat se ha puesto manos a la obra y ha activado el Plan Daga de Mossos d'Esquadra, una herramienta policial con visión transversal que nace con la voluntad de frenar esta preocupante tendencia.
Los dos grandes objetivos que busca este nuevo plan son la no proliferación del uso de estas armas, así como trasladar “un mensaje de firmeza” a la sociedad, ya que los Mossos d'Esquadra trabajarán para retirarlas de la vía pública y, especialmente, de los espacios de ocio nocturno.