Cerca de 10.000 médicos salieron ayer a las calles de Barcelona para protestar contra la precariedad laboral y los fallos estructurales que presenta el sistema público de salud durante el primer día de huelga convocada por el sindicato Metges de Catalunya, que no cesará su lucha hasta conseguir frenar la degradación del sistema. Una batalla que no solo concierne a los trabajadores del sector, sino también a toda la ciudadanía en general.