Pablo Llarena, juez de la sala segunda del Tribunal Supremo / EP
Pablo Llarena
Pablo Llarena acierta al denunciar los perniciosos efectos de la "despenalización" del referéndum ilegal y unilateral secesionista del 1-O, que podría dejar sin reproche penal la conducta de los políticos del procés.
Pese a verse obligado a desechar la euroorden contra Puigdemont tras la reforma del delito de sedición pactada entre el Gobierno español y ERC, el juez del Supremo persiste en su voluntad de hallar una vía para que el expresident y el resto de fugados rindan cuentas por la intentona insurreccional de 2017.
