Rafael Pérez perdió en 2013 a su hija Alba, víctima del sarcoma de Ewing, el tipo raro de cáncer que acabó el pasado mes de enero con la vida de la conocida influencer Elena Huelva.

Tras la muerte de la pequeña, creó una fundación con su nombre. Hoy, diez años después, está a las puertas de alcanzar la cura que no pudo salvar a su niña, pero que podría salvar a muchos otras personas de la mano de Aptadel Therapeutics