Gonzalo Boye se enfrenta a los fantasmas de su pasado. Presunción de inocencia ante todo, pero resulta chocante que quien se convirtió en el paladín de las causas procesistas, lo que incluye dar lecciones de democracia, ética y libertad, afronte ahora una causa por supuesto blanqueo de dinero. Siempre podrá decir, como Laura Borràs, que eso es cosa de la justicia opresora, pero ya no cuela.