Debbie Hewitt
El Mundial de Qatar está rodeado de polémicas desde su elección en 2010, pero nadie ha alzado mucho la voz, como prueba el hecho de que se está celebrando el torneo. Sin embargo, algunos países han tratado a última hora de hacer un gesto de cara a la galería, que es que sus capitanes lucieran un brazalete con la bandera arcoíris, símbolo del colectivo LGTBIQ --la homosexualidad se castiga allí con cárcel--, en señal de protesta... hasta que la FIFA los ha amenazado con sanciones. Inglaterra ha sido la primera selección en recular y Harry Kane ha portado en su lugar una cinta con otro lema: "No discrimination". Es necesario denunciar la vulneración de Derechos Humanos y sacudir conciencias, pero en estas cuestiones lo peor es quedarse a medias, como ha hecho la Federación Inglesa, presidida por Debbie Hewitt. Parece que el fútbol es más importante que todo lo demás.