Durante años, Joan Font se ha escondido detrás de la estelada, pero finalmente el conflicto laboral ha acabado estallando en Bonpreu. La cadena de supermercados, que además sufrió una caída en los sistemas informáticos, intenta sostener lo insostenible: que su dueño haya amasado una de las mayores fortunas de España mientras sus empleados sufren condiciones precarias.