Es uno de los nombres del momento. Pere Aragonès, presidente catalán, ha reconfigurado su Govern con solvencia en apenas 48 horas tras el fin de la coalición con Junts, que sale del Ejecutivo. Y para la nueva etapa contará con un equipo en el que integrará a políticos procedentes del PSC, de CDC y de los comunes. La elección no es casual: demuestra que ERC no tiene cuadros suficientes, y es su manera de acercarse a otras formaciones de forma discreta para llegar a acuerdos que de otra manera no se atrevería a contemplar. De todos modos, si se ha llegado a este punto es también por la falta de valentía en el momento de formar el Consell Executiu y romper entonces con el radicalismo independentista de los posconvergentes.