Jaume Roures fue pillado junto a José Manuel Villarejo, el letrado del excomisario, y la exdirectora de TV3 y jefa de documentales de Mediapro, Mònica Terribas, en una comida en el hotel Santo Mauro de Madrid. La difusión de las imágenes le debió doler, porque, pese a que le ha querido quitar importancia, ha cometido el error de calificar de "digital de mierda" y de "mierdoso" al medio de comunicación que las publicó aun y reconociendo su veracidad.
Considera que Villarejo forma parte de las cloacas del Estado, pero él mismo se presenta como el investigador que echará luz y dará a conocer todos los detalles de este sistema en un documental que la factoría Mediapro todavía no ha decidido si producirá. Lástima que para ello se arrime a la gran alcantarilla y la trate como una fuente de información fiable.