El salafista de Reus
Como muchos otros de mis conciudadanos (o compatriotas, que dirían los lazis), yo tampoco sabía quién era Mohamed Said Badaoui hasta que lo vi en un noticiario de TV3 porque pende sobre él una orden de expulsión del territorio nacional por, supuestamente, llenar la cabeza de sus leales con ideas incompatibles con el estado de derecho, extremo que nuestra televisión seudo pública no parecía tomar excesivamente en consideración. El señor Badaoui lleva diez años en Reus, donde predica el salafismo, la versión más radical del Islam que no le hace especiales ascos a la guerra santa. Se manifestaba en su defensa el representante de una de esas asociaciones antirracistas y antifascistas que tanto abundan en Cataluña y venía a decir que la policía española le había cogido manía a alguien que era un pilar de la sociedad islámica de Reus y un modelo de concordia entre pueblos y religiones. Curiosamente, en el Tele Noticies no se recogía la versión del gobierno español ni de la policía nacional: debe ser que en TV3 no rige lo de ofrecer las diferentes versiones de una misma historia. Para las yayas que ven la nostra, Sadaoui era un buen chico al que los perversos españoles le estaban buscando la ruina, como habían hecho previamente con los procesistas.
Yo no sé si es cierto aquello de lo que se acusa a Sadaoui, pero me gustaría escuchar la opinión de quienes aspiran a deshacerse de él. Y creo que algunos motivos acarrearán para haber tomado una decisión tan drástica. Pero TV3 nos los escamoteó, centrándose en los supuestos valores morales del interfecto. Ya se sabe: Catalunya, terra d´acollida. Sadaoui, además, parece haber jugado muy bien sus cartas. Hay fotos suyas con políticos tan variopintos como Miquel Iceta, Pere Aragonès, Gabriel Rufián y Quim Torra (un sociata y distintos representantes de la anti España). El hombre preside la ADEDCOM (Asociación para la defensa de los derechos de la comunidad musulmana) y hay quien dice que dirige con mano de hierro a sus acólitos y, sobre todo, a sus acólitas. Pero como la acusación procede de Vox, casi nadie se la cree (aunque Vox, por grima que nos dé, es el único partido del parlamento catalán con un negro en el escaño). Yo diría que urge un informe completo sobre las actividades del salafista en cuestión, aunque me temo que no nos va a llegar de TV3 y que otros van a tener que encargarse de él.
Hace años que la Generalitat hace la vista gorda con las mezquitas salafistas en Cataluña, intuyo que por intentar pescar votos entre la comunidad musulmana para los partidos independentistas. La población no sabe lo que se dice en esas mezquitas y luego vienen sorpresas desagradables como los atentados de Barcelona y Cambrils de hace unos años. El Islam radical es un claro peligro para Occidente y el apuñalamiento de Salman Rushdie nos lo acaba de demostrar de nuevo.
No estoy sosteniendo que el señor Sadaoui sea un tipo peligrosísimo, pero me gustaría saber más cosas de él. Dudo mucho que la policía (ninguna policía del mundo, salvo la de los países democráticamente deficitarios) se invente cosas para librarse de gente que la molesta. Así pues, me encantaría escuchar los motivos que han llevado a la nuestra a emitir una orden de expulsión del señor Sadaoui. Lo siento, pero no me basta con el antirracista de turno diciéndome que al pobre Mohamed le han cogido manía por moro. Y si es inocente, que siga con sus prédicas. Pero si no lo es, al carajo con él.