La vicepresidenta Teresa Ribera ha aclarado determinados aspectos de la normativa de ahorro energético que habían generado polémica y equívocos, especialmente en lo tocante a las temperaturas mínimas que se permitirá en los locales comerciales. Siempre son oportunas matizaciones de este tipo que, a veces, la clase política se ahorra; pero no es menos cierto que si se hacen necesarias probablamente se deba a que, en su momento, algo no fue correctamente expuesto. La explicación de la normativa por parte Ribera el pasado lunes transmitió una rigidez que no se corresponde con el espíritu de la norma. El exceso de vehemencia de aquel momento ha hecho necesaria la aclaración posterior.