Ha empezado su segundo mandato en Foment del Treball con el apoyo de las más de 260.000 empresas de la patronal y con un discurso en línea con su gestión. Ha sido claro y duro en las críticas contra los gobiernos --catalán y central-- por las acciones que se leen como antiempresariales desde la organización.
Además, ha presentado una junta en la que sectores como el metal, el turismo o las startups toman más protagonismo y marcan el camino de cómo serán los próximos cuatro años en la patronal, y cuál será el legado de Sánchez Llibre. Por el momento, empieza demostrando por enésima ocasión que no tiene pelos en la lengua.