No cabe duda de que los juzgados están desbordados y los jueces tienen competencias limitadas en este asunto, pero no es de recibo que las víctimas de las okupaciones vean impotentes cómo la justicia es más garantista con los derechos de los allanadores que con los de los propietarios de los pisos, como ocurre en un humilde barrio de Calella (Barcelona).
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, debería tomar cartas en el asunto y buscar soluciones urgentes a esta lacra antes de que la situación se le vaya de las manos, pues cada vez hay más casos de pequeños propietarios que, ante la pasividad de los tribunales para resolver su problema, pretenden tomarse la justicia por su mano.