Los restauradores de Barcelona han puesto el grito en el cielo por el rodillo del ayuntamiento impuesto a las llamadas terrazas Covid. El pasado diciembre, el gobierno local acordó con los hosteleros que los veladores instalados durante la pandemia pudieran permanecer en la calzada o en las aceras. Pero hasta ahora, el 80% de solicitudes han sido rechazadas, un porcentaje que en Ciutat Vella asciende al 99%.
Está bien regular las terrazas tras la manga ancha de la pandemia e ir caso a caso para adecuar estos emplazamientos al espacio público. Pero no es de recibo escudarse en esa revisión para eliminarlas.