La inquietante denuncia pública del presentador de GOL TV Vador Lladó sobre el fallecimiento de su padre por ictus en el Hospital de Mataró merece tomarse con mucha cautela a la espera de las necesarias indagaciones. No obstante, el centro sanitario que pilota Ramon Cunillera --director gerente-- debió ser transparente desde el primer momento y aportar toda la información que tuviera hasta ese instante para evitar sombras de duda. Ayer no lo hizo, optó pot dejar pasar la crisis de reputación, y se equivocó, lastimando la imagen del complejo médico.