La celeridad del Banco Central Europeo (BCE) a la hora de responder ante la notable subida de las rentabilidad de determinados bonos de la zona euro, en especial el italiano y el español, habla bien de un organismo cuyo fuerte no suele ser la agilidad. Sin embargo, la demostración de reflejos se ha visto empañada por la inconcreción a la hora de definir las medidas a tomar para que la adopción de un paso cambiante en la política monetaria no provoque desigualdades entre los países que comparten la moneda única. El organismo que preside Christine Lagarde ha parado el golpe inicial pero ha vuelto a dejar interrogantes, como en su reunión ordinaria de junio, que contribuye a la siempre nociva incertidumbre de la que los mercados procuran huir.
Christine Lagarde
16 junio, 2022 00:00Addoor Sticky
@cronicaglobal