El exgerente de la Agencia Catalana del Agua (ACA) Joan Lluís Quer --junto a otros ex altos cargos-- ha sido condenado a dos años de cárcel y ocho años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de utilización de información reservada y otro de inducción a la prevaricación en el marco de las adjudicaciones de la entidad pública dependiente de la Generalitat de Cataluña.
La Audiencia de Barcelona ha considerado probado que realizó contrataciones fraudulentas y usó información privilegiada para beneficiar a los adjudicatarios.
Quer, que fue presidente de Infraestructures de la Generalitat en la época de Artur Mas y estuvo vinculado a CDC, también está procesado por el caso 3%, sobre la financiación ilegal de la formación nacionalista.
Afortunadamente, los principales responsables de la corrupción que ha asolado este país durante décadas empiezan a rendir cuentas ante la justicia.