Sigfrid Gras es actualmente el máximo responsable de TV3. Su cargo es provisional, a la espera de que se resuelva el concurso para elegir al profesional que dirigirá la televisión pública de la Generalitat. Y aunque su capacidad de decisión se ve limitada por ese interinaje, hay cuestiones que no se pueden tomar a la ligera. El desprecio de una tertuliana de la cadena hacia un enfermo de ELA no es una anécdota. Si la televisión catalana quiere ejercer realmente una labor de servicio público no debe tolerar que determinados opinadores cultiven el odio y la discriminación ideólogica. Pilar Carracelas lo hace de forma sistemática. Y es indignante.