Poco se ha prodigado Joaquim Forn estos días de furia independentista por el caso Pegasus. ¿Quizá porque, bajo su mandato como consejero de Interior, se espió a personas contrarias al procés sin autorización judicial?
Las pruebas son elocuentes. Y aunque los jueces no vieron delito en esos seguimientos efectuados por los Mossos d'Esquadra, lo cierto es que hay informes que este cuerpo policial quiso destruir en una incineradora y que fueron salvados por la Policía Nacional. El caso está en manos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.