El primer club social de mujeres ya es una realidad en Barcelona. Una de sus fundadoras, Natalie Batlle, ha conseguido abrir las puertas de un espacio nacido por y para ellas, donde será posible compaginar su vida personal y profesional. Un refugio urbano donde confluirán la fémina, la madre y la trabajadora, Juno House.
El edificio histórico La Farinera d'Aribau --entre el Eixample y Sarrià-Sant Gervasi-- cuenta con varias plantas que ofrecen distintos ambientes inspirados en Nueva York. El objetivo de Batlle era crear un lugar de referencia para las barcelonesas donde "entablar relaciones, diseñar estrategias y progresar en los planos personales y laborales". Un oasis en medio de la ciudad que permitirá que conciliar no siga siendo un imposible.