El conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, va de polémica en polémica. Este miércoles ha confirmado su disposición a no acatar la sentencia que obliga a impartir un 25% de castellano en los colegios de Cataluña. Así lo indica en un escrito presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en el que dice que sería “contraproducente” aplicar más horas de castellano a dos meses y medio de finalizar el curso escolar.
Unos plazos que, en cambio, no tuvo en cuenta a la hora de modificar el calendario escolar y adelantar la apertura de puertas de los colegios al 5 de septiembre. Esa medida fue la gota que colmó el vaso para unos sindicatos que convocaron cinco días de huelga y que se manifestaron en toda Cataluña. El titular de Educación, lejos de ir solventando, sigue acumulando conflictos desde su departamento con excusas para no acatar las sentencias.